El paladar blando o velo del paladar es la parte de tejido blando que está unida al paladar duro. Si recorres con tu lengua el paladar duro y sigues hacia atrás, encontrarás este tejido flexible que culmina en la úvula o campanilla.
Esta parte del paladar no presenta estructura ósea, sino muscular. Sus funciones son: separar la estructura de la boca y de la nariz, haciendo posible que podamos comer y respirar al mismo tiempo. En la deglución su función consiste en bloquear la nariz y la garganta para que los alimentos no lleguen ni a la nariz ni a los pulmones. En la articulación del lenguaje, el velo nos permite generar sonidos llamados consonantes velares, como por ejemplo:
[k] Como por ejemplo en la /k/ de casa, queso o kilo.
[g] Como en la /g/ de gato o guerra.
[x] Como en la /x/ de gente o jirafa en muchos dialectos (en otros es [h]).
[ŋ] Como en la /n/ de franja
[ɣ̞] Como en la /g/ de lago
Prueba articular cada una de estas palabras y percibe el movimiento del velo del paladar.
Velo del paladar y resonancia
Hablar de resonancia es hablar de tracto vocal, es decir de la cavidad que se genera desde los labios hasta los pliegues vocales en la laringe. Es la principal fuente de la resonancia, y contrariamente a lo que se ha creído por siglos en la pedagogía vocal, es en el tracto vocal donde el sonido producido en la fuente (laringe) es filtrado y amplificado, y no en los senos frontales o en los paranasales como se pensaba.
Los cambios y movimientos en el velo del paladar generarán cambios en la forma del tracto vocal y con ello, cambios en la resonancia.
El paladar blando puede bajar y contactar a la lengua cuando pronunciamos las consonantes velares y puede subir cuando por ejemplo cuando echamos aire al empañar un espejo. Cuando articulamos vocales el velo también permanece alto.
Tener control sobre las distintas posiciones del velo del paladar permitirán que explores diferentes cualidades sonoras. Un velo más bajo generará un sonido nasal mientras que un velo alto una resonancia oral.
Existen calidades vocales como el twang nasal que requieren el control de esta estructura del paladar siendo necesario que el velo se encuentre más bajo o en una posición media pero no alto.
La posibilidad de mover a voluntad esta estructura propiciará mayores matices en tu paleta de colores vocales. Explora subir y bajar el velo y descubre estos cambios sonoros.