En la cápsula de este boletín del día 1 de abril, hablé sobre las conexiones anatómicas y la relación que existe entre todo el tejido óseo y muscular, y que esta relación tenía especiales implicancias en el acto de cantar. Te invito a leerlo aquí.
Es importante comenzar a identificar aquellas conexiones anatómicas que no son tan obvias, para ello comencemos por el hueso hioides.
¿Sabías que este hueso es el único en todo nuestro cuerpo que no articula con ningún otro?
El hueso hioides es el único hueso que de alguna manera “flota” en el cuerpo, y es por esto que no aparece en los modelos de esqueletos diseñados para estudio.
El hioides es un hueso con forma de orquilla que se encuentra sobre el cartílago laríngeo. Recordemos que la laringe descansa sobre la tráquea.
El hueso hioides es, de alguna manera, el ancla de la lengua, y está involucrado en la elevación de la laringe durante la deglución y durante el habla. De hecho con tus dedos pulgar e índice puedes tomar tu garganta exactamente sobre la laringe y al tragar o al mover la lengua es probable que percibas el movimiento de este hueso y de la laringe.
El hioides se suspende de las apófisis estiloides del cráneo por medio del ligamento estilohioideo y del músculo estilohioideo.
El Hioides tiene 3 funciones principales:
une la laringe y los músculos que la elevan y bajan al tragar
sirve de ancla a los músculos del piso de la boca que bajan y abren la mandíbula
Conforma un ancla para la lengua, por eso también se lo conoce como el “hueso de la lengua”.
Ya que el hueso hioides es el punto principal de contacto entre los músculos de la garganta, éstos son divididos entre músculos suprahioideos (por encima del hueso hioides), dando soporte y movilidad a la laringe y al hueso hioides desde arriba, y músculos infrahioideos(por debajo del hueso hioides), los que mueven a la laringe y al hioides desde abajo.
Existen también otros músculos que se insertan en el hioides por debajo de la mandíbula y son considerados músculos extrínsecos de la laringe. El músculo digástrico se extiende desde el lado interno del maxilar inferior hacia la apófisis mastoidea en la base del cráneo a través de una fibra tendinosa que se une a ambos lados del hioides.
El músculo milohioideo es un músculo del grupo suprahioideo que forma el piso de la cavidad oral. Su función principal es la deglución. Es conocido como un límite entre los espacios sublingual y submandibular.
El genihioideo es un músculo corto que se origina de la espina mentoniana inferior de la mandíbula, y recorre postero-inferiormente para insertarse en el borde superior del cuerpo del hueso hioides.
Estos músculos, junto con el estilogloso cumplen dos funciones muy importantes: deprimir o abrir el maxilar inferior, y elevar el hueso hioides y adelantar la lengua durante la deglución. Tanto el músculo genihioideo como el milohioideo son conocidos también como falsos elevadores de la laringe.
Los músculos infrahioideos se unen principalmente al esternón y bajan al hueso hioides y a la laringe. El tirohioideo es un músculo cuadrilateral que se localiza en el triángulo muscular del cuello. Tiene su origen en la línea oblicua de la lámina del cartílago tiroides y cursa superiormente para insertarse en el borde inferior del asta mayor y en el cuerpo del hueso hioides, que se encuentra adyacente.
Explora el movimiento del hioides
Puedes poner tus dedos índice y pulgar tocando tu cuello por delante, como al comienzo del artículo, y probar la infinidad de movimientos que se van sucediendo en tu laringe conforme cantas, hablas, tragas. Prueba cantar notas más agudas, más graves, e intenta identificar qué partes de tus estructuras laríngeas se están activando. Identifica la musculatura suprahioidea y la infrahioidea. Mueve tu lengua, articula un texto, y sigue observando.
De la libertad muscular de todo tu sistema dependerá la libertad de suspensión que tenga tu laringe y la relación de ésta con el hueso hioides.