Siempre formulo la siguiente pregunta en las clases y talleres que imparto: ¿tienes idea de cuánto pesa tu cabeza? Es muy interesante la variedad de respuestas que recibo. En general, no tenemos noción de cuánto peso supone el cráneo en nuestro cuerpo. Lo cierto es que la cabeza pesa un promedio de entre 6 y 8 kilos.
Si pensamos en cómo se siente en las manos cargar un paquete de un kilo de azúcar, imagínate lo que sería cargar 6, 7 u 8 paquetes de azúcar con las manos. Ese es el peso real que la cabeza descarga en su apoyo con la primera vértebra de nuestra columna.
La maravilla del sistema de sustentación vertical
A pesar del enorme peso que descansa sobre la columna vertebral, podemos mantenernos de pie prácticamente toda nuestra vida. Nuestro cuerpo posee un fascinante sistema de suspensión vertical que hace posible este maravilloso equilibrio.
Mediante los reflejos antigravitatorios o reflejos posturales, nuestro cuerpo puede sostenerse erguido una gran cantidad de horas al día. El equilibrio de la cabeza y de todo el cuerpo se mantiene y perdura por mucho tiempo.
¿Por qué el sistema comienza a fallar?
A través de hábitos adquiridos por imitación o por circunstancias relacionadas al contexto en el que nos desenvolvemos solemos interferir con el delicado equilibrio que nos permite la verticalidad.
Por ejemplo, si hemos desarrollado hábitos de colapso al estar sentados, es posible que nuevos músculos del cuello se activen de forma exagerada para ajustar este nuevo desequilibrio y mantener la verticalidad a cualquier costo. De la misma forma funciona al estar de pie, otros músculos accesorios a los de soporte se activarán para mantenernos en dos pies, pero a costa de perder control sobre el sutil mecanismo de reflejos posturales.
Peso de la cabeza y voz
La función vocal, y más específicamente la laringe, se encuentra supeditada a toda la acción muscular que la rodea, es por esto que cualquier desajuste muscular obstaculizará el libre funcionamiento de las estructuras que componen la laringe.
Si el peso de la cabeza sobre la columna se encuentra en desequilibrio, músculos del cuello entrarán en acción para ajustarse a esta nueva disposición, quitando libertad a la laringe y al sonido.
El principio fundamental para comenzar a dejar de interferir con la función vocal es el de la observación.
Párate frente a un espejo y realiza distintos movimientos con tu cuerpo. Observa en profundidad qué sucede con el equilibrio de la cabeza. No se trata de cambiar nada, solo observar.
Ahora comienza a recitar algún texto de memoria, y observa a detalle si la cabeza tiende a cambiar su equilibrio.
Puedes probar ahora cantar un fragmento de alguna canción y ver si este peso de la cabeza vuelve a cambiar.
Es probable que descubras muchos hábitos que no habías observado de ti mismo.
Descubre si esta observación ha beneficiado en algún punto a tu emisión sonora.
La próxima semana profundizaré sobre el rol fundamental de la relación entre la cabeza y el cuello y te daré algunos tips para mejorar tu sonido y equilibrio general.