Me gusta el nombre en inglés que recibe la caja torácica: rib cage, jaula de costillas. Siento que pensar en una jaula de costillas tiene más que ver con lo que sucede en realidad. Las costillas forman un entramado con espacios como una jaula, a diferencia de una caja que no tiene orificios.
Por otro lado me es más fácil pensar en la idea de movilidad y espacio si evoco la palabra jaula, alojando en su interior los órganos respiratorios y protegiendo al corazón y a los pulmones de cualquier peligro. Lo cierto es que tanto caja como jaula dan idea de algo fijo, estático, lo cual es bastante alejado de lo que ocurre en verdad.
Todas las costillas articulan por detrás en la columna vertebral. La mayoría de las costillas articulan en el frente, a través de cartílagos que se unen al esternón. Las llamadas ‘flotantes’ sólo articulan en la columna, de allí su nombre, quedan sueltas y flotando por delante.
Este fabuloso sistema de conexiones móviles nos permite que la respiración sea una acción de movimiento total. En óptimas condiciones las costillas interactúan con el diafragma, que es el principal músculo de la respiración. Es decir que diafragma y costillas danzan juntos, por lo que cualquier obstáculo que encuentren las costillas modificará el libre movimiento del diafragma, y viceversa.
La respiración costo-diafragmática no se enseña. Existe naturalmente en nosotros como parte del diseño perfecto que los humanos poseemos. Todos respiramos, incluso aquellos que no han tomado clases de respiración costo-diafragmática. Lo mismo sucede con la llamada respiración diafragmática: no existe respiración que no sea diafragmática, ya que de no utilizar el diafragma sería imposible lograr el intercambio de oxígeno y dióxido de carbono que necesita nuestro organismo para subsistir.
Sin embargo, a pesar de nacer con una interacción natural entre diafragma y costillas, podemos interferir con este mecanismo perfecto.
¿Cómo interferimos con el movimiento de las costillas?
La libre expansión multidimensional de las costillas se verá imposibilitada de muy diversas formas.
Mapa corporal incorrecto
Cuando inconscientemente concebimos un body mapping erróneo, al creer que las costillas no son fundamentales en el acto de respirar, es probable que esta creencia se traslade a la realidad. Por supuesto, esta es una creencia inconsciente, reitero. Cuando el mapa de nuestra respiración no es suficientemente precisa, el movimiento natural de las costillas se verá impedido en algún modo.
Tensión muscular
También podemos interferir a la actividad de las costillas al generar tensión en distintos músculos del torso. Ningún músculo trabaja de forma aislada, por lo que una excesiva activación muscular de una parte irá en detrimento de otra. Esto lo puedes probar muy fácilmente tensando por ejemplo los brazos y al mismo tiempo observando qué sucede con la respiración.
Colapso
Cuando hay falta de tono muscular en el soporte de nuestra postura, la resultante es el colapso. El peso de la cabeza tiende a comprimir el torso, que a su vez pierde la verticalidad y sus curvas naturales. El peso del cuerpo se distribuye de forma desbalanceada, y el tórax se acorta y aplasta. También puedes hacer el experimento de colapsar, a la manera que hace mucha gente en su silla, perdiendo la natural verticalidad. Observa cómo es tu respiración antes y después del colapso. Verás grandes diferencias en el movimiento respiratorio de las costillas.
Buscar una “buena” postura
Nuestro mindset funciona siempre igual: cuando pensamos que hacemos algo mal queremos corregirlo haciendo lo opuesto. Si creemos que tenemos mala postura intentaremos tener una “buena” postura por medio de realizar exceso de tensión en la espalda baja, también elevamos el pecho, generamos una curva lumbar muy pronunciada, y por consecuencia la respiración, como ocurre con casi cualquier tensión, se ve imposibilitada en su movimiento completo y fluido.
Puedes explorar intencionalmente estas diferentes formas de interferencia al movimiento respiratorio, primero sin realizar ninguna tarea vocal, luego hablando un texto y finalmente cantando, y comprobarás en la experiencia lo que ocurre.
Como dice Jessica Wolf, creadora de The Art of Breathing: "Respirar es una coordinación de todo el cuerpo, de arriba a abajo, del frente hacia atrás y de lado a lado”