El otro día me preguntaron qué relación había entre la Técnica Alexander y la voz, y por qué me dedicaba yo a entrelazar estos dos mundos. Quizás tú también te lo preguntas.
Aunque mucha gente asocia la Técnica Alexander con la postura corporal y el movimiento, es importante entender que esta técnica nace a partir de un problema vocal que padeció F. M. Alexander durante muchos años de su vida al recitar monólogos de teatro. Fue tal su impotencia de no encontrar solución a su pérdida de voz mientras actuaba, que decidió investigar por sí mismo y en sí mismo. Durante años se dedicó a observarse con una mirada atenta a su propio cuerpo hasta descubrir algún indicio que le diera la pauta del origen de su pérdida de voz.
Los médicos jamás encontraron ningún problema fisiológico o estructural en su laringe, y es por esto que solo le prescribían descanso vocal, silencio.
Con la ayuda de espejos se observó a detalle, moviéndose, hablando, recitando, y con el tiempo descubrió detalles de sus hábitos que pudo relacionar con la falta de voz.
Dentro de los principios fundamentales que hoy integran la Técnica Alexander y que tiene una importancia primaria en una óptima emisión vocal se encuentra la relación que tiene la cabeza con el cuello. El delicado equilibrio del cráneo sobre la primera vértebra de la columna afecta directamente las estructuras de la función laríngea.
¿Cómo encontrar este punto de contacto?
Puedes darte una idea de dónde se encuentra este punto de contacto entre el cráneo y la primera vértebra si ubicas tus dedos índices en tus oídos, paralelos al piso. Si piensas en un punto imaginario donde estos dedos se encuentran dentro de tu cráneo, en ese espacio encontrarás esta articulación (ver imagen 2)

Ahora mueve tu cabeza desde ese lugar, pensando que allí se encuentra la “bisagra” para el movimiento. Puedes decir “sí” con la cabeza, sin articular en otro lugar que no sea en este espacio que ya descubriste. Este es el punto de pivot entre cabeza y cuello. Sin embargo, vemos que muy comúnmente inclinamos la cabeza hacia adelante desde mucho más abajo en la columna. Especialmente en el uso de teléfonos celulares solemos dejar caer la cabeza completa hacia abajo, articulando en la 6ta o 7ma vértebra, que no son articulaciones para este movimiento de la cabeza.
Acompaña esta exploración con la idea mental que tu columna es una integridad que va desde esa altura en tu cabeza (altura de los oídos) hasta el cóxis (última vértebra de tu columna). Piensa en tu columna como una unidad.
La Técnica Alexander es un mundo por explorar y descubrir. Un universo que nos acerca a un mejor uso de nosotros mismos. La voz y la función laríngea están incluídas en este sistema que puede ser equilibrado e integrado con solo entender la forma en que funciona nuestro diseño humano.